Mantener las plantas de interior sanas y fuertes es un constante anhelo de quienes disfrutan compartir los espacios interiores con sus especies favoritas. No importa qué plantas tengas en tu colección, ya sabrás que todas tienen necesidades básicas similares, aunque, siempre agradecerán un poco de tu tiempo y dedicación.
Si eres una nueva madre o padre de planta, todo el cuidado que se dedica a mantener las plantas de interior sanas y fuertes puede resultar un poco abrumador al principio. Sin embargo, la mayoría de tus plantas no necesitarán una atención constante para mantenerse saludables. Además de recordar regarlas, son muchas las plantas de interior de fácil cuidado que solo necesitarán un poco de mantenimiento algunas veces al año. Una vez que necesites intervenir y podar un poco o cortar algunas hojas que comienzan a ponerse amarillas, estos 9 consejos te brindarán el conocimiento que necesitas para cuidar tus plantas con alegría y confianza.
Fertilizar tus plantas consentidas
Al igual que el riego, no existe una regla fácil para saber cuándo y cuánto de fertilizante necesitan, así que esto depende de la tasa de crecimiento, la edad de la planta y de la época del año. La mayoría de las plantas de interior crecen rápidamente en primavera y verano, por lo que este es el mejor momento para fertilizarlas. Durante los cortos días de otoño e invierno, la mayoría de las plantas de interior no necesitan mucho fertilizante, si es que lo necesitan. En todo caso, sigue las instrucciones de la etiqueta para saber la cantidad de alimento vegetal que debes usar.
Al igual que el riego excesivo, es importante evitar fertilizar en exceso las plantas de interior. Demasiado fertilizante puede quemar sus raíces y frenar su crecimiento. Para las variedades con flores, usa un fertilizante en el que los tres números en la etiqueta (nitrógeno, fósforo y potasio, respectivamente) sean relativamente iguales. Si el contenido de nitrógeno es demasiado alto, es posible que a tu planta le crezcan muchas hojas, pero pocas flores.
Trasplanta las plantas demasiado crecidas
¿No estás seguro si tus plantas de interior necesitan ser trasplantadas? Verifica sus sistemas de raíces. Si las raíces rodean el interior del contenedor, puede ser el momento de trasplantar la planta. Si ya ha superado su maceta, múdala a un recipiente un poco más grande. Si deseas mantenerla en la misma maceta, corta algunas de las raíces con un cuchillo afilado y vuelve a plantarla en el mismo recipiente con tierra fresca para macetas.
Aprovecha que mudas tus plantas de interior, para dividir las que tienen varios tallos y obtener nuevas plantas. La primavera y el verano son las mejores estaciones para trasplantarlas y así mantener las plantas de interior sanas y fuertes.
Quita el polvo de las plantas
Casi todas las plantas de interior se ven mejor con una limpieza regular. El polvo se acumula en las hojas, así que lávalas con una ducha suave de agua a temperatura ambiente o límpialas con un cepillo suave si las plantas tienen hojas peludas porque pueden retener la humedad y fomentar una enfermedad. Para las plantas con hojas lisas, puedes usar un paño para limpiar suavemente el polvo que se acumula en las hojas. Recuerda que esto no solo mejora la apariencia de tu planta, sino que también la ayudará a absorber más luz.
Quita hojas y flores muertas
Recorta las flores descoloridas para mantener las plantas de interior sanas y fuertes. Esto ayuda a fomentar más floraciones y a prevenir problemas de enfermedades. Mientras lo haces, asegúrate de quitar las hojas amarillas, marrones o marchitas. Usa una podadora manual de hoja estrecha o unas tijeras afiladas para hacer un corte limpio sin romper el tallo de la planta.
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